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...lo único que se requiere es que, al vernos turbados en la barca, no salgamos de ella, ...

...o único que se requiere es que, al vernos turbados en la barca, no salgamos de ella, arrojándonos al mar. Porque, aunque la barca fluctúe, es una barca: solo ella lleva a los discípulos y recibe a Cristo. Es cierto que peligra en el mar; pero sin ella la perdición es inmediata. -San Agustín - https://www.deiverbum.org/mt-14_22-36/


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