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Sufrimos las olas, pero allí está Dios para socorrernos. - San Agustín

Es, pues, necesario que vayamos en la barca, esto es, que nos lleve un madero para poder atravesar este mar. Y este madero que trasnporta nuestra debilidad es la cruz del Señor, con la que nos signamos y nos libramos de ahogarnos en este mundo. Sufrimos las olas, pero allí está Dios para socorrernos. - San Agustín - https://www.deiverbum.org/mt-14_22-36/


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