Enseñanza en video audio:
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Enseñanza en texto:
En cuanto a lo que me habéis escrito, más le vale al hombre no tocar a una mujer: pero ante el peligro de fornicación, que cada uno tenga su mujer y cada una a su marido.
Que el marido cumpla su deber conyugal con la mujer; y lo mismo la mujer con el marido. La mujer no es dueña de su propio cuerpo, sino el marido; del mismo modo, el marido no es dueño de su propio cuerpo, sino la mujer. No privéis al otro de lo que es suyo, a no ser de mutuo acuerdo, durante algún tiempo, para dedicaros a la oración; y de nuevo volved a vivir como antes, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia. Esto lo digo como condescendencia, no como mandato. Me gustaría que todos los hombres fuesen como yo; pero cada cual tiene de Dios su propio don, uno de una manera, otro de otra. Pero a los no casados y a las viudas les digo que más les vale permanecer como yo. Y si no pueden guardar continencia, que se casen; mejor es casarse que abrasarse.
Fuente de lo anterior:
Autor: San Pablo
Libro: Primera carta a los Corintios
Capítulo: 7
Versículos: 1 - 9
Libro: Sagrada Biblia de la Universidad de Navarra. - https://ebooks.eunsa.es/library/publication/sagrada-biblia-universidad-de-navarra-1587733908
Otras frases de Santos que ayudan a entender:
Sin embargo, consciente de que el estado normal del hombre es el matrimonio, advierte a los casados de que tendrán las tribulaciones de la carne, es decir, que en el amor verdadero y fiel no sólo hay felicidad y alegría, sino que las obligaciones morales que comporta, lo hacen difícil y exigente. - San Juan Pablo II - AUDIENCIA GENERAL - AUDIENCIA GENERAL - Miércoles 30 de junio de 1982 - https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1982/documents/hf_jp-ii_aud_19820630.html
2. La verdad, según la cual, el matrimonio, como sacramento de la redención, es concedido «al hombre de la concupiscencia», como gracia y a la vez como ethos, encuentra particular expresión también en la enseñanza de San Pablo, especialmente en el capítulo 7 de la primera Carta a los Corintios. El Apóstol, comparando el matrimonio con la virginidad (o sea, con la «continencia por el reino de los cielos») y declarándose por la «superioridad» de la virginidad, constata igualmente que «cada uno tiene de Dios su propio don: éste, uno, aquel, otro» (1Cor 7, 7). En virtud del misterio de la redención, corresponde, pues, al matrimonio un «don» particular, o sea, la gracia. En el mismo contexto el Apóstol, a dar consejos a sus destinatarios, recomienda el matrimonio «por el peligro de la incontinencia» (ib., 7, 2), y, luego, recomienda a los esposos que «el marido otorgue lo que es debido a la mujer, e igualmente la mujer al marido» (ib., 7, 3). Y continúa así: «Mejor es casarse que abrasarse» (ib., 7, 9). - AUDIENCIA GENERAL - SAN JUAN PABLO II - AUDIENCIA GENERAL - Miércoles 1 de diciembre de 1982 - https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1982/documents/hf_jp-ii_aud_19821201.html
- En las palabras paulinas «Mejor es casarse que abrasarse», el verbo «abrasarse» significa el desorden de las pasiones, proveniente de la misma concupiscencia de la carne (de manera análoga presenta la concupiscencia el Sirácida en el Antiguo Testamento: cf. Sir 23, 17). En cambio, el «matrimonio» significa el orden ético, introducido conscientemente en este ámbito. Se puede decir que el matrimonio es lugar de encuentro del eros con el ethos y de su recíproca compenetración en el «corazón» del hombre y de la mujer, como también en todas sus relaciones recíprocas. - AUDIENCIA GENERAL - SAN JUAN PABLO II - AUDIENCIA GENERAL - NUMERAL 3. Miércoles 1 de diciembre de 1982 - https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1982/documents/hf_jp-ii_aud_19821201.html
- El matrimonio, como sacramento del «principio» humano, como sacramento de la temporalidad del hombre histórico, realiza de este modo un servicio insustituible respecto a su futuro extra-temporal, respecto al misterio de la «redención del cuerpo» en la dimensión de la esperanza escatológica. - AUDIENCIA GENERAL - SAN JUAN PABLO II - AUDIENCIA GENERAL - NUMERAL 11. Miércoles 1 de diciembre de 1982 - https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1982/documents/hf_jp-ii_aud_19821201.html
Definiciones:
- Eros: Eros es esencialmente amor por la sabiduría.
- Ethos: La palabra griega Ethos significa predisposición para hacer el bien; lo que nosotros llamamos ética.
Enlaces relacionados / bibliografía:
- Primera carta a los corintios - Capítulo 7 - https://www.vatican.va/archive/ESL0506/_PY6.HTM
De qué temas se habla aquí:
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Comentario personal
Por Luis Gonzaga Palomar Morán
Introducción al comentario:
Con el permiso de mi director espiritual, y a fin tanto de entender mejor yo el texto, como de ayudar a la indexación en internet y por tanto, a la difusión del texto de arriba, haré aquí un comentario personal que además tiene la finalidad de, a través de una mejor comprensión, la interiorización de la enseñanza. Cómo existen tantas formas de rezar como personas, haré este comentario a modo de diálogo con el Señor.
Explicito que esto no es un diálogo con el Señor, sino con la voz de mi conciencia, que le pone voz al Señor. Me ayuda a entender el imaginarme que podría decirme nuestro Señor. También le pregunté a un sacerdote si podía rezar así y me dijo que si. Si bien diré que mis interpretaciones de lo que me diría el Señor, no son verdades, sino la voz de mi conciencia que anhela ese trato cercano que me daría Jesucristo. Intentaré si bien, que las intervenciones de Cristo sean fieles a lo que dijo Cristo, no es mi intención añadir nada propio a sus palabras.
Diálogo:
Señor - Buenos días Luis.
Luis - Este texto es confuso.
Señor - Ciertamente las partes en las que tengas preguntas tienes que preguntarle a tu director espiritual, que gracias a Dios, sabe bastante de matrimonio.
Luis - Repasemos el texto. Diré, por empezar con agradecimiento. Que me encanta cómo San Juan Pablo II habla del matrimonio como Don y como medio de gracia. Es de admirar que una persona que ha elegido el celibato, como San Juan Pablo, sea capaz de ver dentro de las Sagradas escrituras las cosas buenas del matrimonio. Yo también se ver las cosas buenas del sacerdocio. Le estoy tan sumamente agradecido a nuestro director espiritual, sin él mi matrimonio sería infinitamente peor. Tu fíjate que grandeza la de José Ignacio, siendo sacerdote afirma, "... desde que empezó mi ministerio he sentido una llamada especial para cuidar a los matrimonios..." [Libro: El inmaculado Corazón de María triunfará en mi matrimonio]. Increíble, con esta tónica me le imagino ya en el cielo, flotando, jaja.
Señor - Bueno, Luis al grano.
Luis - Cierto, me desvío, tengo que intentar comprender la lectura. Comentando esto... "En cuanto a lo que me habéis escrito, más le vale al hombre no tocar a una mujer: pero ante el peligro de fornicación, que cada uno tenga su mujer y cada una a su marido." Aquí de lo que se habla es de la castidad antes del matrimonio. Indica que si una persona se siente muy llamada a tener relaciones, mejor que se case. Hay que matizar creo, que vivir una llamada muy grande a tener relaciones con otra persona, tiene que pasar por el filtro del discernimiento (Ayudan las 190 preguntas que recomendaba Sara Pérez Tomé), si sólo por querer tener relaciones, te casas, mal vamos. Aquí se refiere A que si un hombre no puede mantenerse en castidad toda su vida, pues que se case. De todas formas, diré Señor, que la gente que se casa bien, no se casa por querer tener relaciones y ya está... mal enfocado estaría el matrimonio, sino.
Señor - Sigamos Luis.
Luis - Vuelvo a mirar que me dices en la Sagrada escritura, Señor. Diré también que en esa frase de San Pablo, me gusta el giro que hace San Juan Pablo, viendo esa frase como que el matrimonio es fuente de gracia (Medio para la lucha contra el pecado). Me parece un gran modo de expresarse.
Luis - Comentando ahora esto... "Que el marido cumpla su deber conyugal con la mujer; y lo mismo la mujer con el marido. La mujer no es dueña de su propio cuerpo, sino el marido; del mismo modo, el marido no es dueño de su propio cuerpo, sino la mujer. No privéis al otro de lo que es suyo, a no ser de mutuo acuerdo, durante algún tiempo, para dedicaros a la oración; y de nuevo volved a vivir como antes, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia. Esto lo digo como condescendencia, no como mandato." - ... A ver, aquí se sugiere que si el cónyuge quiere tener relaciones, que se tengan, a no ser que los dos decidan no tenerlas, por un tiempo. Menos mal que al final dice que no es un mandato, sino que lo hace por ponerse en el lugar del que se queda sin relaciones. Yo creo que con este punto hay que tener cuidado, como dice José Ignacio, hay que ponerse al nivel del que menos puede dar. Imaginemos que la mujer tiene frigidez, o no dilata y las relaciones suponen hacerse daño, me parecería francamente mal que un marido forzara a su mujer a tener relaciones. San Pablo creo que piensa que sufre más quien quiere tener relaciones, que quien no quiere tenerlas. De todas formas, creo que es cómo una invitación a que lo suyo en el matrimonio es tener relaciones, entonces, que si se te tuerce la opinión y de repente dices, no quieres tener relaciones, puede venir a significar que no estás admirando a tu cónyuge y que necesitas oración. Me parece estupendo este enfoque. Ojalá de la oración supiéramos sacar amor por el cónyuge, e incluso atracción por el cónyuge, si resulta que por desgracia se ha perdido esa atracción, digo esto, porque estamos hablando arriba de un problema de falta de deseo por parte de uno de los cónyuges. También me gusta el enfoque de que Satanás es el que incita a la incontinencia... como Dios es vida, tiene sentido que el patas luche para que los esposos no puedan ser partícipes activos en el don de la vida. - Corrección: no se si aquí se refiere a la incontinencia (falta de control), que se referiría a no tener relaciones durante el matrimonio, es decir, estoy casado pero me falta autocontrol para tener relaciones o viceversa, refiriéndose a que te puedes descontrolar si no tienes el autocontrol de tener las relaciones adecuadas. Cómo San Pablo no está casado, creo que se refiere a este segundo enfoque... en párrafos anteriores lo interpreté mal. Aquí entonces se estaría refiriendo a que periodos de oración y castidad podrían ayudar al matrimonio. Y no se está refiriendo a que Satanás nos pueda tentar con no tener relaciones. Ambos extremos creo que pueden tener tentación de por medio.
Señor - Sigamos Luis.
Luis - Comentando ahora esto: "Me gustaría que todos los hombres fuesen como yo; pero cada cual tiene de Dios su propio don, uno de una manera, otro de otra. Pero a los no casados y a las viudas les digo que más les vale permanecer como yo. Y si no pueden guardar continencia, que se casen; mejor es casarse que abrasarse." - Aquí San Pablo recalca lo mismo, hay varias vocaciones, el expresa su deseo de que la gente elija la opción de renunciar al matrimonio, pero a la vez respeta. Insiste a los casados y a las viudas. Pero repite lo mismo, mejor que tener relaciones estando viudo, es casarse. Me acuerdo Señor, de aquel nieto que hablaba en el funeral de su abuelo diciendo algo así como - "Abuelo, tu te mantuviste sin casarte tras la muerte de la abuela..." después decía una frase, pero como que admiraba ese tipo de decisión en su abuelo. A mi también me parece admirable.
Señor - ¿Alguna conclusión?
Luis - Si, creo que todos deberíamos aprender de San Juan Pablo II. Que considera necesario hablar del matrimonio como gracia, y no se queda en que sea una opción menos mejor. El sacerdocio me parece una vocación tan increible, creo que tiene peso por si sola, como para que la gente elija esa opción. Al fin y al cabo fue la opción que eligió Jesucristo. Y como conclusión agradezco este discurso de San Pablo. El mandato que surge de aquí es el de la castidad prematrimonial. Y me pregunto yo. ¿Por qué la Iglesia recomendará la castidad prematrimonial? Cierto es que pueden surgir complicaciones. Tener un hijo fuera de la estabilidad que aporta el matrimonio (Compromiso público ante Dios), me parece de cierto riesgo. Es obvio que el matrimonio suma estabilidad, quien niege esto está muy revirado. Y cierto es que el matrimonio católico suma más estabilidad que el civil, quien niege esto también está negando por negar y sin pensar. No creo que tampoco haya que reducir como motivo del porque de la castidad prematrimonial al tema de los hijos. Creo que también es algo así como decir... oye, si resulta que de abuelita te empieza a doler al tener relaciones, voy a seguir aquí. Soy capaz de controlarme. Algo así. Habrá muchos más motivos, Jorge Loring recuerdo que hablaba de las enfermedades fruto de relacionarse con muchas personas distintas. Más motivos lógicos para la castidad prematrimonial. Estaba aquel de que te ayuda a discernir con claridad. A las mujeres sobre todo. Ocurría aquello de que las mujeres después de tener relaciones buscaban motivos para aceptar a la persona si o si. Algo así. Dependerá del caso supongo. Lo que si está claro es que los motivos de peso para casarse con alguien deben girar en torno a su cabezonería para querer vivir la fe, tener sensación de que con quien te casas podría ser mártir. Eso me parece un buen criterio. Si todas las mujeres pensaran así, la mayoría de hombres cambiarían, imagino. También decirle a las mujeres que no se corten en declarar esto explícitamente. Quiero casarme con alguien capaz de ser mártir. Sería un buen método de conversión. El matrimonio es rato (nulo), si este no se consuma (tener relaciones), también hay que decir esto. Me surge la duda, entonces, de si dos personas con parálisis por debajo de la cintura se pueden casar, a lo mejor se lo pregunto al director espiritual, intuyo que si, pero por saber como aplica el derecho canónico en este caso. Bueno. Ya estoy divagando demasiado. En resumen, existen sus motivos para mantener esa castidad. La gente no le suele hacer caso a esto, ojalá todos tuviéramos desde niños un amor a la Eucaristía tal que viéramos luz resplandeciente al mirar los mandatos de San Pablo.
Señor - Bueno, Luis, a trabajar.
Luis - A ti ofrezco mi día Señor.